Así como escuché con claridad las múltiples y agudas patas de Gregorio Samsa en su metamorfosis, al igual advertí esta hedionda ciudad de ciegos: un foco de infección que en breve transmutó la rutina de toda una sociedad. Y puedo asegurar que, así como Ensayo sobre la ceguera es la emblemática obra en la literatura de José Saramago, también resulta la alegoría zombie que más he disfrutado.
Me explico:
- Virus / infección / agente externo que ataca a los seres humanos y cuyo contagio es inminente.
- Congregación general de dos bandos: infectados y los que no lo están.
- Pelea por sobrevivir / regreso a la vida “salvaje”.
- Actitudes humanas en situaciones extremas.
- Reconstrucción de la sociedad.
En este esquema básico, toda comienza con lo extraño que interrumpe un día cualquiera, en una situación normal. De parecer un hecho aislado, en cuanto se halla en unión con otros similares ya representa una amenaza. La tonta protagonista de Night of the Leaving Death, de la nada, se ve rodeada y luego perseguida por “gente” de aspecto extraño que —de forma torpe, casi en lo absurdo— es claro que quieren algo de ella, es algo de afuera lo que la asedia; Land of the Death retrata bien este cúmulo de problemas que sobrepasan una posible solución en los límites de lo conocido. Todo contraataque acreditado pierde efecto al desconocer lo que se enfrenta. Incertidumbre y miedo es sin duda lo inicial.
Ensayo sobre la ceguera anuncia su virus: una ceguera que no se sabe cómo comenzó y que deben contener. Se trata de una infección que no discrimina, no se suscribe a ciertos grupos sociales, actividades, rangos de edad; ataca ladrones, niños, ancianos… Es la parte de lo incierto que más hace temblar al atacado, la igualdad de circunstancias. Y la respuesta más obvia a esto es la coalición de poderes. (“Los neutrales caen primero”, me han dicho en varios trabajos.)
Personajes sin nombre son de los que habla Saramago. A los que divide y alía. Un niño, una mujer de gafas, el médico, su esposa. Y así varios más. (Mientras que Peter Jackson opta por nombres breves y fácil de recordar en Braindead: Lionel, Paquita, Vera…) Se forma una nueva sociedad que busca mantener sus reglas sociales pero, ¿cómo ajustar ese nuevo entender basado en un esquema añejo? Los nuevos ciegos chocan unos con otros, son tontos, caen, resbalan, trastabillan buscando comida; mientras que el mundo y sus calles se hace cargo de los asquerosos estragos de personas que no pueden atendere. Poco a poco se acomodan a la situación, y las reglas de convivencia pasan de ser un acuerdo silencioso a una batalla de poder. 28 Days Later es un buen ejemplo de esto: un escenario militar, es decir, alineación vertical que como tal, responde a la ley del más fuerte. Ya el problema no es el extraño ni lo desconocido, es el humano jerarquizándose. Sobrevivir en todas las formas. Y en todas esas posibilidades también está la exploración absoluta de las sensaciones de cada uno frente a la muerte (o asesinato), liderazgo, miedo, frustración; asociadas quizá a una ética que bien podría pertenecer a una sociedad caduca.
La protagonista de Ensayo sobre la ceguera, quien conserva la vista a pesar de que el resto no y con ello la misma postura siempre, es testigo de la descomposición (o exposición) de quien se cree poco observado: ¿Bajo qué reglas alguien le recriminarán algo? ¿Quién impondría otra cosa? Es una nueva oportunidad para hacer algo, aunque nadie tenga claro qué. En el marco de una contienda por conservar la vida, descubren que lo extraño siempre estuvo de ese lado, en ese bando, digamos.
Y como buena historia del descarnado que quiere comerse a todos, llega la cura. O alivio a esa tóxica condición. Aunque el resto del problema siga sin trastocarse. Se va la peste. Bien. Pero ¿cómo reconstruyes algo a partir de piezas dañadas?
Por: Cynthia Chávez
Reseña del libro: Ensayo sobre la ceguera, José Saramago, Alfaguara, México, 1995.
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