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La vida entre el placer y el deber
Mariana Torres comment 0 Comentarios

Piensa en la última vez que hiciste algo por el simple placer que te provoca, por satisfacer un deseo íntimo; te aseguro que con la edad lo haces cada vez menos, que conforme te acercas a la madurez las decisiones se vinculan con el «deber».

David Kepesh, uno de los personajes a los que hemos acompañado los lectores de Philip Roth, es para esta novela un profesor de literatura experto en Chéjov que ha perseguido el placer durante su vida. Pero con el paso del tiempo, acompañamos a un personaje que prueba, se estabiliza y no está del todo satisfecho con ello.

Más de uno podrá quejarse de que en los libros de Philip Roth hay poca acción y es cierto, Roth no es un novelista de hechos, sino de reflexión, es un maestro de la pasión humana. Un autor para poner a prueba nuestras ideas preestablecidas sobre el erotismo, la fidelidad y la vida en pareja, para hacer empatía con un personaje cuya vida, desde otra perspectiva quizá desaprobaríamos.

El profesor del deseo es una novela que culmina con una frase que resuena en la vida de cualquiera: « ¿No llega un momento en el camino de la vida en que acatamos el deber, damos la bienvenida al deber, como antes se la dábamos al placer, a la pasión, a la aventura; un momento en que el deber es un placer, y el placer deja de ser un deber? «.

En ésta, como en otras novelas de Philip Roth, hay un personaje criado en un hogar de costumbres judías (una precisión que no debería importar tanto en la obra de Roth, porque no son tan diferentes a la tradición cristiana), que sale del hogar y se enfrenta a las circunstancias, conoce sus instintos primarios y aprende a satisfacerlos, pero la historia es casi un pretexto para reflexionar sobre la tesis entre el deber y el placer.

Una confesión final: yo me inicié en Philip Roth con El profesor del deseo, para seguirme en el camino de una serie de novelas que me han cambiado la perspectiva de las pasiones humanas.

El profesor del deseo novela Philip Roth

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