Fue así que Markus creció escuchando historias de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial, del bombardeo a Munich y de cómo los judíos eran acarreados a través del pequeño pueblo de su madre. De niño, Markus Zusak escuchó una historia que al crecer querría contar.
Tenemos estas imágenes de hileras completas de jóvenes marchando con los ‘Heil Hitlers’ y esta idea que todos en Alemania estaban en esto juntos. Pero también estaban estos chicos rebeldes y la gente que no seguía las reglas, aquellos que escondían a los judíos y a otros prófugos en sus casas. Así que hay otra cara de Alemania, dijo Zusak en entrevista para The Sydney Morning Herald.
Antes de convertirse en escritor profesional, trabajó como portero de una consulta de un dentista. Zusak creció admirando el trabajo de Peter Hedges, Sylvia Plath, George Johnston y John Irving. Le tomó siete años ser publicado tras cientos de cartas de rechazo por parte de las editoriales, mismas que lo impulsaron a tratar de superarse.
A la edad de 30 años, Zusak se ha convertido en uno de los escritores con una de las prosas más innovadoras y poéticas en la novela moderna. Consiguió la fama internacional gracias al éxito de La ladrona de libros (2005) ambientado en la época nazi con el protagonismo de Liesel Meminger que está narrado desde la perspectiva de la Muerte. También se editó en español Cartas Cruzadas, la historia de un taxista llamado Ed Kennedy, que a través de cartas con mensajes cifrados intenta lograr el bienestar de los demás, con el cual Zusak recibió el premio Printz Honor en 2006 por la excelencia en la literatura dirigida a adultos jóvenes.
Otros títulos de su bibliografía son When dogs cry, The Underdog y las continuaciones de esta última novela Fighting Ruben Wolfe y Getting The Girl.
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