Su nombre de nacimiento fue Kösztler Artúr, que cambió posteriormente a Arthur Koestler al nacionalizarse británico. Fue dibujante de arquitectura en Haifa, vendedor en un bazar y periodista en El Cairo. Se adhirió al Partido Comunista en 1932 y en 1937 pasó tres meses en las prisiones franquistas, experiencia que describió en Testamento español (1937). El cero y el infinito (1940), lo consagró como novelista político. En 1945 publicó una colección de ensayos, El yoga y el comisario, confrontando dos puntos de vista radicales para cambiar la sociedad. Gravemente enfermo, se suicidó, acompañado en esta última decisión por su mujer.
En su obra más conocida, El cero y el infinito, reflejó, a través de la experiencia de su personaje Roubachof, los mecanismos de los procesos y purgas de Moscú y los métodos empleados para las autoinculpaciones de los propios revolucionarios. El relato es un análisis de la compleja psicología de aquellos hombres, apresados entre valores humanistas y metafísicos, y en la implacable máquina de exterminio en nombre de la Historia.
Otra novela suya muy conocida es Los gladiadores (1939), cuyo protagonista es Espartaco, una exploración entre ficción e historia sobre el tema de los revolucionarios, en la que trazó un paralelo singular entre la trayectoria de los gladiadores y la Alemania de los nazis.
El volumen Escoria de la tierra fue dedicado a la memoria de sus colegas exiliados de Alemania que se suicidaron cuando Francia capituló.
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